lunes, octubre 01, 2007

Atrapado

Todo lo contrario de lo que yo deseaba de él.

Entré al baño de un centro comercial cuando por el espejo vi pasar una bella figura, era un chico muy guapo, blanco,delgado y con un trasero que hacía voltear a ver hasta al más hetero.

Le hice una seña por el espejo cuando regresó de los mingitorios y me esperó afuera; nos saludamos y tomamos camino a un hotel del centro de villahermosa, entramos y comencé a acariciar su hermoso cuerpo y desprenderlo de su ropa lo recosté mientras me desvestía, le pude mi pene de 18 cm. en la boca y lo succionó avidamente, me sentía en un goce extremo; se lo tragó hasta rozar su nariz con mi vello púbico, su saliva corría por mis bolas repletas de leche para darle gusto a ese jovencito de escazos 20 años, el se frotaba su verga blanca y dura que competía en tamaño y grosor con la mia; lo puse espaldas, le besé el cuello, corrí mi lengua por toda su columna hasta llegar a esa separación tal bella y exquisita, mordisquie sus nalgas pequeñas pero duras y redondas que custodiaban un agujero bien fruncidito rodeado de vellos casi dorados, era una visión inigualable, con mi lengua dura rodee sus pliegues y ensalivé esa cuevitacuando de pronto de voltea y me dice "no me gusta que me cojan" "no me puedes dejar así le repliqué" a lo que el se abalanzó sobre mi y me empezó a besar el cuello, el pecho y atrapó nuevamente mi verga frustrada en su ardiente boca, siguió con sigilo hacia mi ano y lo besó, lo mordisqueó y empujó su lengua lo más profundo que pudo, ahí estaba yo con las piernas al aire y gimiendo como una puta deseosa

Enseguida él puso mis piernas en su hombros y ya con el culo ensalivado me apuntó con su verga al ojete babeante y dilatado, metió sucabeza y me hizo dar un respingo y tratar de cerrar las nalgas pero se apoderó de mi boca para ahogar el grito de dolor porque me la dejó ir sin piedad. entraba y salía de mi culo con la fuerza y vigor de sus 20 años, yo me quejaba y lloraba pues era casi violado y además penetrado por primera vez, poco a poco dejé de resistirme y decidí gozar de esa pasión desenfrenada del chaval,me puso en cuatro patas y arremetió con más fuerzas que la cama parecía que se iba a desarmar, yo gemía pero de placer y le pedía que siguiera que eso era fantástico, sentía como su enhiesta verga abría mis pliegues virgenes, sentía una gran llenura cuando me la atascaba hasta el fondo, acababa de descubrir una sensación muy placentera ; de pronto él empezó a gemir y sentí como mis entrañas se bañaban de chorros calientes de semen vigoroso, fue tanto que cuando me la sacó pensé que me había desangrado y no, eran largos hilos de leche que ya no cabian en mi maltrecho culo.

Me pidió disculpas y yo le dije que no había bronca...aún lo sigo viendo y disfrutamos de formidables cogidas, espero que algún día el quiera que lo penetre también

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