lunes, septiembre 11, 2006

Dos en una noche

Una noche en la disco teniendo sexo con una bella odontologa y más tarde con una de mis mejores amigas en mi auto afuera de su casa.

Me presento como pablo. mi historia comienza así: siendo aun estudiante de la ingeniería en computación mi vida social era mucho más activa y cada bella chica que veía la soñaba despierto, soñaba cómo acercarme a ellas y hacerlas mías.

Ahora que veo hacia atrás puedo presumir que estuve con las chicas más atractivas de la universidad y primero les hablaré de mariangeles, estudiante de odontología, una chica castaña de estatura media. en un principio su cuerpo no me era su mayor atractivo pero su rostro era muy hermoso con labios rojos y ojos color verde.

Era la fiesta de bienvenida para los de nuevo ingreso y yo iría a ésta acompañado de una amiga muy guapa llamada lisa, ya más adelante halaré de ella. antes de salir rumbo a la fiesta mariangeles me llamó para decirme que nos veíamos allá por lo cual contacté a un amigo para que estuviera con lisa y yo poder escaparme con mariangeles y así ocurrió.

Ya estaba bebiendo unos tragos cuando llegó mariangeles que brillaba entre las luces del lugar vistiendo una pequeña minifalda de mezclilla azul y una camiseta color rosa muy ajustada a su cuerpo que nunca apreciaba tras esas batas de odontóloga y descubrí que en realidad su cuerpo era totalmente excitante. sus piernas y caderas bien formadas y tornadas, acompañadas por unas nalgas que sobresalían con esa diminuta falda. su ajustada blusa resaltaba unos pechos redondos y voluptuosos que en ese momento apenas dejaban resaltar un pequeño pezón. se acercó a mi, me dio un beso en los labios y me tomó de la mano llevándome con ella junto con sus amigas. decidimos pararnos a bailar y ante el tumulto de gente nuestros cuerpos estaban muy juntos y de vez en cuando intentaba tocar sus senos con mi cuerpo. se sentía cómo subía la temperatura y pedimos simple agua para ello cuando fue golpeado su brazo y el agua fría derramada sobre su camiseta y pude apreciar que sus pezones estaban endureciendo y marcándose más y más. seguimos bailando muy pegados, me acerqué a su rostro y la besé, cosa que ella respondió complacientemente y yo noté que su lengua calida me invitaba a llegar más lejos. entre besos y abrazos durante un buen tiempo, más tarde me dijo que su hermano no tardaba en ir por ella, que quería disfrutar lo que restaba de su noche, volvió a besarme y sentí sus pechos junto a mi, con mi mano comencé a acariciarlos sobre la húmeda camiseta, esto nos calentó más.

La multitud de gente no se enteraba de nada y tomando ella mi mano la metió por debajo de su falda, noté que llevaba una pequeña tanga. comencé a frotar mi mano sobre su sexo que había ya humedecido la tanga ante el deseo de saciar sus necesidades. hice a un lado la tanga con mis dedos y comencé a buscar su clítoris el cual no tardé en encontrar pues estaba a reventar ante el deseo y yo seguí acariciando toda su vagina, tapizada por un bello fino y pequeño. ardía de deseos por meter mi miembro entre sus piernas hasta el fondo de su vagina. ella se abrazaba a mi pidiéndome que la follara, sentía el sudor de su cuerpo y su aliento cálido ante una respiración entrecortada. caminamos lentamente sin despegarnos hasta llegar al fondo del lugar donde había una barra y bancos. de pronto sentí que su mano bajó la bragueta de mi pantalón y pasó mis boxer hasta encontrar mi verga que ya estaba lista para lo que fuera, la extrajo y comenzó a masturbarme mientras ella se sentó y abriendo las piernas me invitó a saciar su deseo de una vez por todas, me acerqué a ella, tomo mi pene con su mano y lo dirigió a su concha pero no permitió la metiera de golpe, sino que comenzó a jugar rozando sus labios y clítoris de modo cada vez más veloz y de pronto noté que consiguió el primer orgasmo y me abrazo de modo que mi verga por fin entro en su vagina y sentí cómo el glande encontró cierta resistencia pero en cuanto pasó el resto de mi pene penetro totalmente la vagina de mariangeles sin problema ya que ella estaba totalmente mojada en sus fluidos. ella entendió que era mi turno así que sin importarle que alguien nos viera me abrazo con sus piernas, las cuales echó a mi cintura y en un rítmico vaivén follamos y ella comenzó a gritar pero ante el ruido de la música y la ausencia de luz nadie se percataba de nuestro acto. continué penetrándola y nos besábamos y ya estaba a punto de venirme y le avisé para sacar mi pene de su vagina pero ella apresuradamente se bajó del banco y se arrodillo ante mi miembro y comenzó a mamarlo, yo sentía que desmayaba de placer, siguió mamando e hice lo posible por aguantar y seguir disfrutando al tiempo que ella succionaba con gran habilidad pero no pude más y me corrí en su boca tragando ella toda mi leche para no dejar rastro, con su lengua limpió mi pene y se incorporó. apresurados nos alistamos y tras un apasionado beso volvimos con el resto donde ya esperaba su hermano y diciendo adiós con sólo una mirada se marchó del lugar.

A pesar de que mariangeles me agotó en un corto tiempo me recuperé y tenía un deseo de seguir dando placer al cuerpo. regrese a la mesa donde mi amigo y lisa aguardaban y bailamos por unas horas más y ella constantemente me abrazaba y daba besos muy tiernos diciéndome al oído que me quería mucho, que era un buen amigo. decidimos irnos y yo llevaría a lisa a su casa. subimos al auto y conversábamos mientras conducía, me dijo que lo que me decía al oído en el antro no era cualquier cosa que yo le parecía atractivo, por un momento ni imaginé saciar con lisa la calentura que dejó viva mariangeles pero al detener el auto frente a su casa volví la mirada a lisa y ella, de ojos grandes y obscuros, piel blanca y figura delgada con una sonrisa seductora cerró los ojos al tiempo que veía que se estaba masturbando, no me di cuenta cuando comenzó pero me estaba invitando a observarla.

La veía cómo se retorcía mientras ella misma se daba placer con su mano derecha, sin avisar me acerqué a ella, la tomé por la nuca y la bese, tomé su otra mano y mientras abría mi bragueta dirigí su mano a mi miembro. comenzó a frotarlo de modo sincronizado a como ella se masturbaba y echando ella su cabeza hacia atrás noté que estaba disfrutando, se inclinó y fue directo a mi verga, comenzó a chuparla de manera que parecía ansiosa, casi loca por que me viniera en ella, mamaba de una manera deliciosa y entre los sonidos de succión me pedía que le metiera un dedo en la vagina. levanté un poco su falda y como con mariangeles hice a un lado su tanga y comencé a acariciar su sexo pero ella me pidió que la penetrara, aunque sea con el dedo y así lo hice por un buen rato. recorrimos el asiento de copiloto lo más atrás que se pudo y el respaldo hasta abajo. intenté incorporarme sobre ella pero me detuvo, alcanzó su bolso y sacó un condón, me regresó a mi asiento y ella misma me lo puso con la boca, se incorporó para luego recostarse en el asiento con las piernas abiertas, su falda sobre su cintura al tiempo que bajaba su top para descubrir sus senos de tamaño normal, un tanto pequeños y empezó a masajear sus pezones. ahora sí me postré sobre ella, busqué su vagina mientras la besaba y repetí lo que hizo mariangeles y froté continuamente mi pene en su clítoris hasta que la penetre sin cesar, metiendo y sacando mi verga a velocidad y embistiéndola con todo, ella gemía de placer y me pedía más pero de pronto me apartó, me giró de modo que ahora yo quedé acostado en el asiento y ella se colocó sobre mi adoptando la posición del 69.

Ella comía insaciable mi dura verga mientras yo lamía su clítoris y labios vaginales y me las ingeniaba para penetras su vagina con mi lengua mientras con mis manos acariciaba su delgada cintura recorriendo desde sus caderas hasta sus tetas y momentos después se corrió, no me importó pues yo también estaba disfrutando. se reincorporó dándome la cara y volvió a buscar mi miembro para terminar el acto, retiró el condón y me hizo una paja y lamía mi glande y testículos, estando a punto de venirme se apartó un poco de modo que el chorro que expulso violentamente mi pene cayó en su rostro y pechos. tomó mi pene y lo frotó por todas las partes donde mi semen se hallaba y lo lamía otra vez. nos alistamos y bajó del auto diciéndome que jamás lo olvidaría y entró a su casa. así es como terminé esa noche, agotado tras haberme cogido a dos hermosas chicas.